miércoles, 29 de abril de 2009

Se viene la matanza.

Aparentemente, como si estuvieramos reexperimentando el fenomeno de la rana, poco a poco nos acercamos al infierno con una sonrisa en la boca.
Si uno pone una rana en una olla con agua fria, y luego comienza a calentar la olla, la rana no notara la suba de la temperatura de caracter gradual, y terminara muriendo.
A nuestra sociedad le pasa lo mismo en muchos aspectos.
En su momento nos habituamos a los golpes de estado, luego, la guerrilla, luego la corrupcion politica, luego a la inflacion galopante, luego a las privatizaciones, luego al endeudamiento externo, luego al delito exponencial, luego a los cartoneros, luego a los travestis, luego a los paquitos, luego, luego, luego.
En estos dias, a partir de las declaraciones del cardenal Bergoglio, estallo el tema en todods los medios.
Un cura, que se desempeña en las villas, habia sido amenazado por narcotraficantes por su afirmacion en un documento compartido, de que la droga estaba despenalizada de hecho en las villas.
Automaticamente, varios curas salieron a manifestar que ellos tambien habian sido amenazados.
Lo dramatico de esto no es que los amenacen.
Lo dramatico de esto es que lo van a hacer.
Van a cumplir sus amenazas.
Hoy , mañana o pasado, contra este cura o contra cualquier otro.
Ellos van a dar un ejemplo terminante.
Es inherente a su condicion, e inevitable en el proceso de narcocializacion en marcha.
Alguna vez, a principios de los noventa, afirmamos que esta fiesta seguia con la ejecucion de jueces y fiscales.
Y no porque tengamos la virtud de la adivinacion.
Sino porque leemos historia, y vemos lo que ocurrio en otros paises de manera calcada.
Ojala que nos equivoquemos.
Ojala.
Del arabe Inch Alah, (quiera D-os).
Una paradoja o sarcasmo semantico.

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